“La organización es flexible, fragmentaria y dispersa (…) pero no gobernamos las cosas. Somos una rara minoría que clama en el desierto (…) quizá podamos ser útiles al mundo”. Ray Bradbury, Fahrenheit 451
Retomando el espíritu relatado por Bradbury en la obra que nos inspira, las personas libro nos reunimos esta vez en un pequeño bosque cercano a Valdepeñas, para narrar los textos que libremente cada uno quiso compartir.
Este Encuentro se diferenció de los anteriores en que no hubo convocatoria oficial, no hubo ningún tipo de apoyo institucional, no hubo infraestructura, es decir no hubo nada de lo que pudiera parecerse a un acto organizado.
Por el contrario, casi el centenar de personas que nos reunimos esa mañana soleada de domingo, pudimos disfrutar y sentir como pocas veces el calor y la intensidad de los textos narrados. Textos que en esta ocasión, tenemos que decir que superan en calidad a los narrados en otros Encuentros, sin desmerecerlos en absoluto.
No hubo orden de intervenciones. Cada chico, cada chica, cada abuelo, cada persona... cogía libremente el micrófono cuando le apetecía y nos entregaba sus palabras de una manera sincera, limpia, llana y profunda.
Todo transcurrió así, relajadamente. Quiero destacar especialmente la capacidad de escucha de los pequeños que aguantaron casi las dos horas que duró el encuentro, sin moverse prácticamente del sitio.
Y por supuesto, agradecer a todas las personas su esfuerzo, su ilusión y su amor por la lectura, que en definitiva es el lazo que nos une. GRACIAS A TODOS.
